viernes, 18 de noviembre de 2011

Never surrender.

La vida es... Algo que nos acaba matando.
Pero no solo nos mata la vida, el paso del tiempo y el tic tac de su reloj, o el mero echo de envejecer, y ya no tener fuerzas para más. Nos matan las palabras, la gente que nos rodea, las situaciones extremas. Ésos factores hacen que poco a poco, muramos. Y no, no me refiero a morir, en el sentido de que nuestro corazón deja de latir, no. Me refiero a nuestro ser en si. No le logramos buscar un sentido a nada, no tenemos ni un mínimo de éso a lo que llamáis autoestima, no tenemos ni metas, ni sueños, total, ¿para qué? Siempre habrá alguien o algo que nos haga derrumbarnos, caer, romper nuestros esquemas.
Pero aún así, veo algo de luz al final del camino. Una meta a la cual aferrarme con el paso del tiempo, o el simple hecho de tener la necesidad de agarrarme a un clavo ardiendo para no sentirme tan vacía, sola.

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