Buenos días/tardes/noches, queridos lectores.

Hoy no vengo a hablaros de amores, no vengo a hablaros de amistades, no vengo a hablaros de tristeza... Vengo a hablaros de la vida en general. ¿Qué deciros? Qué es una puta mierda, en letras mayúsculas.
La vida no es como un juego, en el que si fallas o mueres, puedes darle a opciones y darle a reiniciar pantalla, no no no, la vida es egoísta, en la cual un simple error puede acabar con ella o convertirla en una pesadilla.
La vida es como tu quieras verla. Si has sido feliz eternamente supongo que verás la vida de color de rosa, pero los que son como yo, que pocas veces han sido realmente felices, y la vida les ha hecho tantas putadas, ves la vida como una mierda, una simple mierda. Tengo muchas razones por las cuales pensar que es así, no pienso nombrarlas, esa parte de mi vida no os interesa, simplemente. Pero si deciros, que intentéis no cometer todos los errores que he cometido yo a lo largo de mi vida, que si puedes controlar la situación, contrólala, intenta que sea inolvidable. Espero que mis palabras os hayan servido de algo, queridos lectores.

Promesas.

¿Recuerdas la de veces que me prometiste que nada acabaría, que nunca me abandonarías, qué estos sentimientos serían eternos? ¿Dónde quedan esas promesas ahora? Las has olvidado tan rápido como me olvidaste a mi, y eso me hace darme cuenta de que nada era real, que vivía en un sueño que se convirtió en una pesadilla.
¿Recuerdas la de veces que prometimos no separarnos nunca jamás, que siempre serías mi mejor amiga? ¿Ya se te han olvidado todas esas promesas que nos hicimos? Ya es como si no existiera, me olvidaste tan rápido que lo pienso y duele, sinceramente.
Aveces me siento como una estúpida, escuchando promesas que nunca se cumplirán, y yo aquí como una tonta sin romper ninguna promesa. Prometí comerme el mundo, mantengo esa promesa, aun que muchas veces piense que en verdad el mundo me come a mi. Prometí, nunca jamás olvidarte, que ni el tiempo ni la distancia importaban, y aun mantengo esa promesa...
¿Debería cambiar, ser como los demás?

Decisiones.

Decisiones, decisiones y más decisiones. ¿Sabéis lo que os digo? A tomar por culo las decisiones, nos ponen en demasiados aprietos, aun que... Tenemos que madurar, tenemos que tomar esas decisiones aun que nos duela, siempre es difícil. Hay tantos caminos para tomar en la vida, tantas razones por las que luchar... Pero, ¿quién le da realmente sentido a las cosas?
Tomar decisiones es algo complicado, aun que parece que a bastante gente no le cueste nada. Todas las decisiones son buenas, pero hay que meditarlas, hay que buscar los pro's y los contra's de cada una de ellas, porqué quien sabe, puede que luego nos arrepintamos de muchas de ellas. Buscad las respuestas, anticiparos al futuro, tomad las riendas de vuestra propia vida. Demostradle al mundo que sabéis lo que hacéis y que nada más importa. No os arrepintáis de nada, es demasiado fácil hacerlo. Sí habéis tomado esa decisión ya esta, disfrútala, vívela, porqué es lo que tu has elegido. Y si resulta ser lo que no te esperabas, lucha, búscale el lado positivo. Así aprenderás que nosotros mismos nos escribimos nuestro propio destino.

Muchas veces me pregunto qué pasaría si desapareciese, qué pasaría si no volviese jamás. ¿Todo sería igual?
Solo os pido un poco de sinceridad, ¿Es tan difícil?
Yo estoy convencida de que todo seguiría tal y como está, que nada cambiaría, que ni os daríais cuenta de mi ausencia, total, soy una de esas miles de personas insignificantes que viven en este mundo.
Solo muy pocos sufrirían por mí, esas personas que realmente valen la pena. Esos amigos que no son unos falsos. Esos amigos que te dicen las cosas a la cara antes de ir criticándote por detrás, esos que a pesar de todas tus cagadas siguen a tu lado.
Pero bah, tampoco sé si esas amistades durarán siempre, así que no suelo cogerle total confianza a la gente, ya he sufrido bastante por gente que no valía la pena.
Solo os preguntaré esto... Si no estuviese aquí mañana, ¿A alguien le quitaría el sueño?, ¿Alguien se daría cuenta?

¿Qué es el sufrimiento?

Según la Real Academia Española, el sufrimiento es sentir físicamente un daño, un dolor, una enfermedad o un castigo. También, es sentir un daño moral, recibir con resignación un daño moral o físico. O sonstener, resistir, aguantar, tolerar, soportar, permitir, contenerse, reprimirse consentir o satisfacer por medio de la pena. Y sin hablar del sentimiento en si, es oprimir fuertemente con alguna herramienta adecuada la parte de una pieza de madera o de hierro opuesta a aquella en que se golpea para encajar otra, fijar un clavo o formar un roblón, o someterse a una prueba o examen.
Pero, hoy estoy aquí para dar mi punto de vista sobre el sufrimiento, ese sentimiento que nunca nos abandona, ese sentimiento que aflora en nuestro interior cuando nada nos sale bien, cuando lo único que tenemos es dolor, o cuando hemos perdido las ganas de sonreír.
Para mí, el sufrimiento ya se ha convertido en un estilo de vida. Ese sentimiento que se pega a ti como una lapa, y cuesta mucho tiempo que desaparezca, pero siempre, siempre quedan secuelas.
Ese sentimiento que te hace recordar todos aquellos malos momentos en los que te dieron ganas de abandonar, de acabar con todo. Esas ganas de que acabase todo aquello para empezar una nueva etapa en tu vida.
El sufrimiento, uno de los muchos sentimientos con los que se caracteriza al ser humano. No evites sufrir, no evites aquellos sentimientos que odias que afloren en tu piel, tener sentimientos es lo que nos hace ser como somos, lo que nos hace ser humanos.

¿Por qué?..

¿Por qué siendo feliz, solo me identifico con canciones tristes?..
¿Por qué me cuesta tanto sonreír?...
¿Por qué le digo a los demás que estoy bien cuando no lo estoy?...
¿Por qué intento hacer que los demás estén bien y paso de mi felicidad?...
Será que me engaño a mi misma, que nada me sale como quisiese, que esas canciones expresan realmente como me siento en mi interior, que no puedo sonreír porqué sí, que no me gusta preocupar a los demás, que prefiero ver  un amigo feliz que proporcionarme mi propia felicidad.
He de aprender de mis errores, pero siempre vuelvo a caer en ellos... He de confiar más en mi misma, pero algunas situaciones me superan... He de aceptar la ayuda de los demás, pero soy tan tonta que no quiero que los demás se preocupes por mí...